sábado, 29 de noviembre de 2008

[MARCAPÁGINAS. 9] "Vagabundo continuo", Vicente Aleixandre.

"Hemos andado despacio, sin acabar nunca.
Salimos una madrugada, hace mucho, oh sí, hace muchísimo.
Hemos andado caminos, estepas, trochas, llanazos.
Las sienes grises avanzan azotadas por vientos largos. Los
[cabellos enredados en el polvo, en espinas, en ramas
[a veces en flores.
Oímos el bramar de las fieras, en las noches, cuando
[dormíamos junto al fuego serenador.
Y en los amaneceres goteantes oímos a los pájaros gritadores.
Y vimos gruesas serpientes dibujar su pregunta,
[arrastrándose sobre el polvo.
Y la larga y lejana respuesta de la manada de los elefantes.
Búfalos y bisontes, anchos, estúpidos hipopótamos,
[coriáceos caimanes, débiles colibríes.
Y las enormes cataratas donde un cuerpo humano
[caería como una hoja.
Y el orear de una brisa increíble.
Y el cuchillo en la selva, y los blancos colmillos, y la enorme
[avenida de las fieras y de sus víctimas
[huyendo de las enllamecidas devastaciones.

Y hemos llegado al poblado. Negros o blancos, tristes.
[Hombres, mujeres.
Niños como una pluma. Una plumilla oscura, un gemido
[quizá una sombra, algún junco.
Y una penumbra grande, redonda, en el cielo, sobre
[las chozas. Y el brujo. Y sus dientes de huero.

Y el tam-tam en la oscuridad. Y la llama, y el canto.
[Oh, ¿quién se queja?
No es la selva la que se queja. Son sólo sombras,
[son hombres.
Es una vasta criatura sólo, olvidada, desnuda.
Es un inmenso niño de oscuridad que yo he visto,
[y temblado.

Y luego seguir. La salida, la estepa. Otro cielo,
[otros climas.

Hombre de caminar que en tus ojos lo llevas.
Hombre que de madrugada, hace mucho, hace casi infinito, saliste.
Adelantaste tu pie, pie primero, pie desnudo. ¿Te
[acuerdas?
Y, ahora un momento inmóvil, parece que rememoras.
[Mas sigue…"

"Vagabundo continuo", Vicente Aleixandre.
Incluido en "Historia del corazón", 1954.

lunes, 17 de noviembre de 2008

[MARCAPÁGINAS. 8] "Cosmópolis", Don Delillo

“Al otro lado de la Sexta Avenida el automóvil avanzaba despacio a la altura de la agencia de cambio y bolsa de la esquina. Se veían los cubículos expuestos en la planta calle, hombres y mujeres atentos a las pantallas, y le embargó la seguridad de sus circunstancias, la rapidez, la implicación de todo ello, su envolvente crecimiento embrionario, secreto, interno, animado. Pensó en las personas que antaño visitaban su página web, en los tiempos en los que se dedicaba a las previsiones de mercado, cuando la previsión era poder en estado puro, cuando daba pistas sobre los activos de una empresa de tecnología o daba su bendición a un sector entero, y automáticamente causaba una duplicación en el precio de las acciones y un desplazamiento de varias cosmovisiones, cuando efectivamente estaba escribiendo páginas de la historia, antes de que la historia se tornara monótona y baboseo, antes de ceder a su afán de encontrar algo más puro, técnicas de registro que predijeran movimientos del dinero mismo. Comerció con divisas de toda suerte de entidades territoriales, nacionales modernas y democráticas, polvorientos sultanatos, paranoicas repúblicas populares, estados en rebeldía, en el culo del mundo, al mando de unos cuantos chavales pasados de rosca.

En aquello había encontrado belleza y la precisión, ritmos ocultos en las fluctuaciones de una divisa determinada.”


"Cosmópolis", Don Delillo, 2003.
Seix Barral, 2005.

domingo, 9 de noviembre de 2008

[MARCAPÁGINAS. 7] "Los justos", Jorge Luís Borges"

"Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.

El que descubre con placer una etimología.

Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.

El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.

El que acaricia a un animal dormido.

El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo."


"Los justos", Jorge Luís Borges.
Incluida en el poemario "La Cifra", 1981.